
MEMBRESÍA DE YOGA ONLINE
Deleítate con la magia del yoga desde la comodidad de tu casa con estas clases 1 o 2 veces a la semana
Elige tu plan

1 Clase/Semana (LUNES)
16.000$4 Clases al mes Lunes 20 hrs (Chile)Válido por un mes- 4 Clases en vivo al mes
- Acceso a grabaciones por 30 días

1 Clase/Semana (SÁBADO)
16.000$Sábado 11 hrs ChileVálido por un mes- 4 Clases en vivo al mes
- Acceso a grabaciones por 30 días

2 Clases/Semana
30.000$Lunes 20 hrs (Chile) Sábado 11 hrs (Chile)Válido por un mes- 8 Clases en vivo al mes
- Acceso a grabaciones por 30 días
- 10% Descuento Ser Humano Consciente
Este pago único te da acceso a un mes completo de clases. Al final del mes te enviaré un recordatorio cuando tu membresía esté por terminar, y si deseas continuar, solo tendrás que volver a inscribirte. El pago no se renueva de forma automática.
TESTIMONIOS




MI HISTORIA CON YOGA

Empecé a hacer yoga durante la pandemia para hacer más deporte del que ya hacía.
Y aunque lo veía como un ejercicio, algo que no me pasaba con el ejercicio me pasaba durante y después de cada clase de yoga.
Los sonidos que cantábamos al principio me dejaban una sensación rica en mi cuerpo.
Los mantras que me parecían imposibles de recordar, empezaron a salir de mi boca sin esfuerzo.
La flexibilidad que no creía que tenía, se empezaba a manifestar.
Y lo que al principio me daba vergüenza —como que alguien me escuchara cantar OM—, con el tiempo dejó de importarme y se volvió una parte esencial de mi práctica.
Las clases se me pasaban volando.
Entre toda la angustia de estar encerrada (por la pandemia), cada clase era un respiro. Me traía calma y un disfrute.
No tenía la exigencia que le ponía al ejercicio duro que hacía como crossfit, si no que era un espacio para fluir y sentir.
Siempre supe que el yoga era una filosofía muy profunda, pero no tenía idea por qué.
Cuando me fui a India, creía que iba a encontrar yoga auténtico en todas partes, pero después de meses probando y buscando, solo encontraba clases de yoga hechas para comercializar y seguir viéndolo como un ejercicio, sin algo que no sabía qué era, pero sabía que existía. Así que, decidí dejar de buscar.
Había una parte de mí que creía que si estoy en India, tenía que hacer yoga. Pero otra parte de no se dónde, como si los aires de India estuvieran cargados de información, me susurraba que podía encontrar el yoga y la meditación en lo que iba viviendo día a día: encontrando la quietud en el caos, observándome y aprendiendo a reconocer las voces que viven en mí.
Y cuando solté la búsqueda llegó a mi vida por coincidencia un profesor que influyó mucho sobre mi camino del yoga. Terminé practicando 2-3 horas al día con él por casi un mes. Y ahí lo viví por primera vez, el yoga que tanto había buscado sin saber qué era.





Una práctica que te lleva a conectar tu cuerpo, mente y alma.
Que te enseña a honrar a tu templo - tu cuerpo -, a respirar con presencia, y recordar que todas las respuestas viven dentro de ti, que tú eres tu propi@ maestr@.
Una práctica que te puede abrir el corazón y te trae al presente.
Que, con constancia, te hace ver los colores más fuertes y notar lo que siempre estuvo ahí.
Notar lo ordinario es un acto extraordinario.
Yoga te llena de momentos mundanos extraordinarios.
Una práctica que, con el tiempo, te llena de conciencia, que ilumina lo que antes no veías, invitándote a ver lo que siempre ha estado.
Volví a Chile y entré a un Diplomado de Ayurveda. Ahí estudié por primera vez la filosofía del Yoga.
Y por fin pude empezar a entender cómo abordar y empezar a estudiar este conocimiento ancestral.
En 2024 hice un instructorado de yoga y desde principios de 2025 me lancé a enseñar nutrida por años de práctica y todo esto que viví.
Se me abrió un mundo que solo pude conocer enseñando.
Un mundo que voy descubriendo con cada clase.
Yoga es mucho más que solo la práctica de asanas (posturas).
Aún así, a través de la práctica de asanas podemos vivir algo mucho más profundo.
Eso es lo que intento transmitir con mis clases.
Te dejo un LIVE de Instagram en dónde cuento toda mi historia acá
